Introducción
El sector DeFi (Decentralized Finance) va estrechamente vinculado con el ecosistema blockchain y con la criptoeconomía. Empezó a crecer de forma exponencial a partir de 2020 con el asentamiento de Uniswap, el primer DEX creado en la red de Ethereum.
Se trata de un concepto que está revolucionando por completo el sistema financiero tradicional, transformándolo en estructuras descentralizadas que se ejecutan con smart contracts y que ofrecen tres grandes beneficios: una mayor transparencia, un registro inalterable de las transacciones y la eliminación de terceros de confianza. Sin embargo, se podría afirmar que Bitcoin ha sido la primera plataforma DeFi del mundo. De hecho, el verdadero origen de las finanzas descentralizadas se puede remontar incluso al lejano 1994, cuando Nick Szabo presentó por primera vez su idea de los smart contracts.
El caso es que la llegada del mundo DeFi y su progresiva adopción está haciendo que los bancos y las grandes entidades financieras se estén volviendo cada vez más obsoletas e innecesarias. De pronto, cualquier persona puede crear productos financieros que sean justos y trasparentes. Cualquier persona puede aportar liquidez a un exchange descentralizado y cualquier persona puede solicitar un préstamo dejando un colateral en cripto como garantía.
¿Qué es DeFi?
Razonando con la mente fría, el impacto que puede suponer el sector DeFi no solo a nivel socioeconómico, sino también a nivel administrativo y burocrático, puede ser de gran envergadura y representar una revolución sin precedentes en la historia de la humanidad.
Gracias al mundo de las finanzas descentralizadas será posible pedir préstamos o solicitar servicios financieros sin estar bancarizados. Así se abre camino a un nuevo tipo de economía mucho más justa, descentralizada, sin fronteras y también democrática.
A diferencia del FinTech, que ha sido un intento del sistema financiero tradicional tras la crisis de 2008 por crear finanzas digitales que sean rápidas, eficientes, baratas y que permitan alcanzar el mayor número posible de personas, el sector DeFi utiliza blockchains descentralizadas. Esto de entrada permite eliminar los terceros de confianza y toda la burocracia bancaria. Ofrece préstamos mediante una deuda tokenizada, permite transferencias de dinero P2P a través de wallets no custodial, como por ejemplo Metamask. De esta forma, los mercados se mueven en exchanges descentralizados (DEX).
A diferencia de los exchanges centralizados, tanto Uniswap como PancakeSwap son smart contracts que permiten a los usuarios comprar y vender tokens sin necesidad de un tercero de confianza. Dicha descentralización se consigue gracias a depósitos de garantía programables (Hashed Timelock Contracts) que en el ámbito computacional se denominan atomic swaps.
Estos DEX son considerados por lo tanto AMM (Automated Market Maker), ya que permiten tradear sin un tercero de confianza. No usan un libro de órdenes para realizar intercambios y funcionan gracias a los liquidity pools. Aquí los usuarios pueden aportar liquidez a la plataforma recibiendo a cambio una comisión cada vez que un trader hace uso de ella.
¿Cómo funciona una reserva de liquidez?
Una reserva de liquidez se compone siempre de dos tokens, por ejemplo, ETH/USDC. El proveedor de liquidez tiene que aportar los dos tokens en la misma proporción: en el par ETH/USDC, si 1 ETH cotiza a 3000$, el LP será 1ETH/3000USDC. Así pues, imaginemos que ETH está representado por x y USDC por y; el protocolo las multiplica entre ellas y obtiene una reserva de liquidez total representada por k, por lo que la fórmula final sería x*y=k. Aquí lo más importante es la función de k: mantenerse constante en todo momento.
Eso significa que si un usuario decide comprar 0,5 ETH por 1500 USDC usando ese pool de liquidez, en la reserva aumentarán los USDC y disminuirán los ETH, por lo que el precio de Ethereum subirá. Además, el propio mercado es quien se encarga de controlar que los precios no se salgan de control, ya que si el precio de un activo está más alto en un exchange respecto a otro, se generan oportunidades de arbitraje que vuelven a equilibrar el precio.
Este mecanismo es lo que determina los precios sin necesidad de tener un libro de órdenes como en los exchanges centralizados,. Por lo tanto, representa una mayor automatización de los procesos y una mayor descentralización.
Conclusiones
El mundo DeFi ha empezado a dar sus primeros pasos y es evidente que todavía está en ciernes. El usuario de a pie aún no está preparado ni formado para operar con seguridad en un entorno financiero descentralizado y seguramente viviremos un período de adaptación antes de llegar a la adopción masiva.
Sin embargo, el impacto de las Defi ha sido increíble y no tiene precedentes en la historia financiera moderna. El futuro ya ha llegado y la descentralización se ha convertido en una realidad. Ahora la pelota está en tu tejado y tú decides si apostar por un mundo más justo y descentralizado o si seguir anclado a un sistema financiero tradicional que se ha quedado demasiado obsoleto.